jueves, 8 de enero de 2009

Me voy de vacaciones al espacio


Empieza 2009 cargado de noticias sorprendentes que hacen pensar a una que el efecto invernadero afecta más a las mentes que a la meteorología, y eso que está nevando en las playas.
Después de pantagruélicas comidas y cenas navideñas, de encuentros familiares, de juegos infantiles y de algún que otro ratito de nostalgia por los que ya no están y los reencuentros con el pasado, los medios amanecen cada día con noticias que me hacen despertar de un salto.
Hoy, concretamente, es uno de esos días de sobresaltos. La polémica servida por ateos y cristianos viaja en autobús. Unos comenzaron a colocar carteles publicitarios anunciando que Dios probablemente no exista, disfruta de la vida. Menudo descubrimiento. Si alguien puede mostrarme lo contrario lo ansío, porque si existe dios que me expliquen muchas cosas. Los otros, que a pesar de que la envidia es pecado son más envidiosos que muchos compañeros de trabajo, no querían ser menos y ayer lanzaron su campaña en autobuses: Dios sí existe. Existencia o no aparte, yo me pregunto por qué unos y otros no destinan la ingente cantidad de dinero que cuesta una campaña publicitaria de este tipo a ayudar a las miles de personas que no tienen qué llevarse a la boca. ¿De verdad creen que van a convencer a alguien de una u otra cosa con cartelitos estúpidos en autobuses urbanos?
Continúo con las noticias del día. Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares sentado en el banquillo. Por primera vez coincido con Otegui: "Esperpéntica imagen". Le he estado dando vueltas todo el día. ¿Cuál es el delito por reunirse para lograr la paz? Cooperadores necesarios de un delito de desobediencia, dicen. NO entiendo nada de nuevo. Pienso si viajar al espacio para ver si allí logro entender a alguien, porque cada día mi cabeza asimila menos la realidad. Llama la atención que alguien sea capaz de sentar a alguien en el banquillo de los acusados por dialogar para que el nùmero de asesinatos de la banda terrorista ETA disminuyan. ¿Acaso los acusadores del foro de Ermua quieren seguir anotando en sus filas víctimas de la barbarie terrorista? No le veo otra explicación. Aún no he conocido persona capaz de arreglar un problema con otra sin hablar. Pero la confianza en la ciencia infusa en este país es muy grande. Si no se habla, no se sientan las bases para un alto el fuego real y no se trata de buscar una solución el problema no se acabará nunca. Anoche veía un reportaje sobre víctimas del terrorismo y todas conincidían en dos cosas: es necesario arreglar el problema y la venganza no sirve de nada. Por qué si ellas, que han vivido en primera persona los asesinatos, son capaces de buscar una solución y el resto, que viven del cuento, no quieren dialogar. ¿Será que alguien hace rentable esta sinrazón?
Asombrada miro con temor los teletipos del día. ¿Qué me esperará mañana? YO creo que dedicaré mi extra navideña a un viaje por el espacio, estoy convencida.

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