martes, 2 de septiembre de 2008

La mirada de la Campos


De vuelta al eterno lunes de septiembre me doy de bruces con la mirada de María Teresa Campos en las mañanas de Telecinco. Después de un estupendo verano de aquí para allá en el que redescubrí que la vida es maravillosa vuelvo a sentir la incomprensión ante algunas decisiones de directivos de medios de comunicación. Antes de irme ya me sobresalté por la noticia de que Vicente Vallés, subdirector de informativos de T5, iba a ser destituido para poner al frente de La Mirada Crítica a María Teresa Campos.
Esta dinosauria de la comunicación parece no entender que hay momentos en los que uno debe dejar paso a otros que no quieren ser tan protagonistas de la noticia como ella. Su declive comenzó cuando Antena 3 y Telecinco cambiaron a sus estrellas marujas (nadie supo qué era mejor, si quedarse con una o aguantar a la otra). Fue entonces cuando la Campos empezó a dar vandazos que la hicieron regresar a T5 con El Laberinto de la Memoria, donde tampoco destacó.
La cadena retiró a la protaperiodista (por no decir paleoperiodista) y desde entonces ella ha mantenido múltiples comidas y conversaciones-negociaciones con los jerifaltes italianos para que le buscasen un hueco "digno", ¿Se olvidó Vasile de lo que le hizo la Campos? ¿Se olvidó la Campos de lo que le hizo Vasile? Ayer regresaba a las pantallas conocedora de que por las mañanas cuenta con un nutrido grupo de marujas que toman sus palabras como las de un sacerdote en las homilías. Cierto es que la Campos superó al resto de cadenas,pero lo hizo con un tímido 18,5% de share, según los datos de Sofres, frente al 17% conseguido por Susana Griso en Antena 3. Habrá que ver si la malagueña ha recuperado su feeling con los espectadores o si su escaso éxito se debía a que la entrevista del día se la hizo al presidente del Gobierno, a quien muchos querían escuchar después de un verano de crisis, el accidente del MD-82 y otros tantos temas que se tratarán en el Congreso esta semana.
La Campos se ha rodeado de un elenco de colaboradores muy suyos, como lo son Alfredo Urdaci, Carmen Rigalt o Isabel Durán, además de Isabel San Sebastián, quien la última vez que estuvo en la tele abandonó el plató de 59 Segundos escandalizada por una agria discusión en la que perdió los papeles. De nuevo la malagueña vuelve a ser laprotagonista indiscutible de la información, algo que cualquier periodista sabe que es un error. La Mirada Crítica ha perdido así a Vicente Vallés, a quien tuve el gusto de conocer y visitar en su trabajo y del que aprendí que en esta vida hay que ser el mejor sin demostrarlo públicamente, sin decirlo a cada minuto y sin vivir de las rentas. Vallés demostró que la calidad de un trabajo periodístico es aún posible, que apostar por el trabajo bien hecho es reconocido, que la imparcialidad es fundamental y que a veces las estrellas se convierten en cometas que se estrellan, por lo que es mejor ser un satélite que funcione y de un servicio fructuoso.
Las decisiones de los directivos son inescrutables, está claro.
La vuelta al tajo sienta mucho peor así.