lunes, 12 de enero de 2009

Algo racional


Menos mal. Mi anterior entrada dejaba la puerta abierta a la resolución del tribunal vasco sobre el juicio contra Ibarretxe, López y Ares y ayer, por fin, se cerraba la puerta con algo racional. El tribunal encargado de juzgar al lehendakari, a los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares y a cinco representantes de la izquierda abertzale decidió ayer el sobreseimiento de la causa por falta de acusación legítima. Tal y como me preguntaba yo: ¿Qué delito es reunirse con la izquierada abertzale? Parece que la mayoría del tribunal, un dos tres, se hizo la misma pregunta y decidió anular la causa en la que sólo se había personado la acusación particular, otros que parecen querer rentabilizar los daños.
Lo único que ha salido de todo esto es un apoyo al lehendakari que le vendrá muy bien para las próximas elecciones. De rentabilizarlo de un lado han pasado a rentabilizarlo de otro.
Sigo sin entender el problema de estas reuniones y ayer un artículo de El Mundo me daba la razón. Explicaba un periodista cómo transcurrieron las reuniones secretas en una taberna para acabar con el IRA. 20 años negociando, 20 años de reuniones con un tabernero de mediador, tabernero, por cierto, que tuvo que dejar su vida a un lado en pro de la paz. Allí se negoció el alto el fuego permanente, la entrega de las armas, todo lo que hizo falta para que el terrorismo no se cobrara más víctimas en El Ulster. Teniendo un ejemplo tan parecido y tan cercano no sé quién no entiende que hay que hablar para poner punto y final a la sinrazón. Que hablar no significa agachar la cabeza y ceder, que hablar no significa dar alas a los terroristas...
En fin, al menos algo de racionalidad en un lunes en el que Gaza sigue siendo blanco de misiles que se defienden de pequeñas piedras...

jueves, 8 de enero de 2009

Me voy de vacaciones al espacio


Empieza 2009 cargado de noticias sorprendentes que hacen pensar a una que el efecto invernadero afecta más a las mentes que a la meteorología, y eso que está nevando en las playas.
Después de pantagruélicas comidas y cenas navideñas, de encuentros familiares, de juegos infantiles y de algún que otro ratito de nostalgia por los que ya no están y los reencuentros con el pasado, los medios amanecen cada día con noticias que me hacen despertar de un salto.
Hoy, concretamente, es uno de esos días de sobresaltos. La polémica servida por ateos y cristianos viaja en autobús. Unos comenzaron a colocar carteles publicitarios anunciando que Dios probablemente no exista, disfruta de la vida. Menudo descubrimiento. Si alguien puede mostrarme lo contrario lo ansío, porque si existe dios que me expliquen muchas cosas. Los otros, que a pesar de que la envidia es pecado son más envidiosos que muchos compañeros de trabajo, no querían ser menos y ayer lanzaron su campaña en autobuses: Dios sí existe. Existencia o no aparte, yo me pregunto por qué unos y otros no destinan la ingente cantidad de dinero que cuesta una campaña publicitaria de este tipo a ayudar a las miles de personas que no tienen qué llevarse a la boca. ¿De verdad creen que van a convencer a alguien de una u otra cosa con cartelitos estúpidos en autobuses urbanos?
Continúo con las noticias del día. Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares sentado en el banquillo. Por primera vez coincido con Otegui: "Esperpéntica imagen". Le he estado dando vueltas todo el día. ¿Cuál es el delito por reunirse para lograr la paz? Cooperadores necesarios de un delito de desobediencia, dicen. NO entiendo nada de nuevo. Pienso si viajar al espacio para ver si allí logro entender a alguien, porque cada día mi cabeza asimila menos la realidad. Llama la atención que alguien sea capaz de sentar a alguien en el banquillo de los acusados por dialogar para que el nùmero de asesinatos de la banda terrorista ETA disminuyan. ¿Acaso los acusadores del foro de Ermua quieren seguir anotando en sus filas víctimas de la barbarie terrorista? No le veo otra explicación. Aún no he conocido persona capaz de arreglar un problema con otra sin hablar. Pero la confianza en la ciencia infusa en este país es muy grande. Si no se habla, no se sientan las bases para un alto el fuego real y no se trata de buscar una solución el problema no se acabará nunca. Anoche veía un reportaje sobre víctimas del terrorismo y todas conincidían en dos cosas: es necesario arreglar el problema y la venganza no sirve de nada. Por qué si ellas, que han vivido en primera persona los asesinatos, son capaces de buscar una solución y el resto, que viven del cuento, no quieren dialogar. ¿Será que alguien hace rentable esta sinrazón?
Asombrada miro con temor los teletipos del día. ¿Qué me esperará mañana? YO creo que dedicaré mi extra navideña a un viaje por el espacio, estoy convencida.