jueves, 26 de febrero de 2009

El tamaño no importa


Cambié los aires de provincias por los aires de la capital. No puedo decir que echo de menos charrilandia, pero sí puedo decir que en grande o en pequeño, todo es más de lo mismo. La nueva aventura me parece apasionante, un sueño para mí. Es lo que siempre he querido, lo que una vez soñé. Pero me he dado cuenta de que los sueños sueños son. Me siento como un cámara de National Geographic cuando la gente le dice "Ey tío, qué imágene smás chulas!" y en realidad se ha pasado 20 horas para que un León ruja. Es curioso. Aquí todo va muy deprisa y a la vez va despacio. Los tronos están ocupados por los mismos usurpadores de siempre, por la misma calaña.
Me divierto, me implico, me apasiono...sigo soñando y luchando, sigo trabajando mi destino. Descubro la cantidad de gentuza que acampa en este nuestro país, que podrían ser mi vecino, mi amigo, mi panadero e, incluso, mi novio. Me sorprendo, me asusto, me río, medito.
Mi compañera me cuenta que fue secuestrada a punta de pistola en un país en el que nada funciona, en el que la corrupción es el pan suyo de cada día. Donde nadie se saca el carné de conducir, sino que paga, donde no hay multa que no se solucione con un soborno, donde las puntas de las pistolas cortan el aire en cualquier calle, carretera o edificio. Y me quedo perpleja, doy gracias por no vivir así. Pero no por ello me erlajo porque sigue habiendo cosas que cambiar aquí.
Pero la solución no es quejarse, es actuar. Y cuando uno actúa uno descubre que a los demás eso no les gusta porque les deja en evidencia, porque destapa su inoperatividad, porque asustan las ganas de vivir, de trabajar, de disfrutar de la vida.
Circulo a diario por carreteras atestadas en las que las miradas son de recelo, en medios de transporte donde una sonrisa parece ser un síntoma de locura. Echo de menos mi parque temático de la piedra de Villamayor. A quien sólo se dio cuenta cuando me fui, al jefe animado de vuelta, el compañero sagaz y a veces incomprensible, pero un amor, al amigo enciclopedia, a la mujer harta de todo, al bonachón que siempre está ahí, al camarero padre y al camarero paciente, a las personas que pasan, que se quedan, que estando o no dejan su huella...pero a pesar de echarlos de menos vivo feliz, porque sé que siempre estarán ahí, que me llevé un pedacito de cada uno de ellos, y de alguno algo más que me dejó y que aún me deja y espero que sea más y más.
Estoy feliz, estoy contenta, cumplo mis sueños y lucho por que el resto se cumplan, trabajo, disfruto, vivo, siento. Y en medio de la multitud cierro los ojos y las imágenes y sensaciones fluyen en mi cabeza como un torrente. Se entremezclan. Pasado y presente en uno. Cierro los ojos y os veo aquí, a mi lado, os escucho, sonrío. El tamaño no importa, aquí o allí, todo es igual.

lunes, 12 de enero de 2009

Algo racional


Menos mal. Mi anterior entrada dejaba la puerta abierta a la resolución del tribunal vasco sobre el juicio contra Ibarretxe, López y Ares y ayer, por fin, se cerraba la puerta con algo racional. El tribunal encargado de juzgar al lehendakari, a los dirigentes socialistas Patxi López y Rodolfo Ares y a cinco representantes de la izquierda abertzale decidió ayer el sobreseimiento de la causa por falta de acusación legítima. Tal y como me preguntaba yo: ¿Qué delito es reunirse con la izquierada abertzale? Parece que la mayoría del tribunal, un dos tres, se hizo la misma pregunta y decidió anular la causa en la que sólo se había personado la acusación particular, otros que parecen querer rentabilizar los daños.
Lo único que ha salido de todo esto es un apoyo al lehendakari que le vendrá muy bien para las próximas elecciones. De rentabilizarlo de un lado han pasado a rentabilizarlo de otro.
Sigo sin entender el problema de estas reuniones y ayer un artículo de El Mundo me daba la razón. Explicaba un periodista cómo transcurrieron las reuniones secretas en una taberna para acabar con el IRA. 20 años negociando, 20 años de reuniones con un tabernero de mediador, tabernero, por cierto, que tuvo que dejar su vida a un lado en pro de la paz. Allí se negoció el alto el fuego permanente, la entrega de las armas, todo lo que hizo falta para que el terrorismo no se cobrara más víctimas en El Ulster. Teniendo un ejemplo tan parecido y tan cercano no sé quién no entiende que hay que hablar para poner punto y final a la sinrazón. Que hablar no significa agachar la cabeza y ceder, que hablar no significa dar alas a los terroristas...
En fin, al menos algo de racionalidad en un lunes en el que Gaza sigue siendo blanco de misiles que se defienden de pequeñas piedras...

jueves, 8 de enero de 2009

Me voy de vacaciones al espacio


Empieza 2009 cargado de noticias sorprendentes que hacen pensar a una que el efecto invernadero afecta más a las mentes que a la meteorología, y eso que está nevando en las playas.
Después de pantagruélicas comidas y cenas navideñas, de encuentros familiares, de juegos infantiles y de algún que otro ratito de nostalgia por los que ya no están y los reencuentros con el pasado, los medios amanecen cada día con noticias que me hacen despertar de un salto.
Hoy, concretamente, es uno de esos días de sobresaltos. La polémica servida por ateos y cristianos viaja en autobús. Unos comenzaron a colocar carteles publicitarios anunciando que Dios probablemente no exista, disfruta de la vida. Menudo descubrimiento. Si alguien puede mostrarme lo contrario lo ansío, porque si existe dios que me expliquen muchas cosas. Los otros, que a pesar de que la envidia es pecado son más envidiosos que muchos compañeros de trabajo, no querían ser menos y ayer lanzaron su campaña en autobuses: Dios sí existe. Existencia o no aparte, yo me pregunto por qué unos y otros no destinan la ingente cantidad de dinero que cuesta una campaña publicitaria de este tipo a ayudar a las miles de personas que no tienen qué llevarse a la boca. ¿De verdad creen que van a convencer a alguien de una u otra cosa con cartelitos estúpidos en autobuses urbanos?
Continúo con las noticias del día. Ibarretxe, Patxi López y Rodolfo Ares sentado en el banquillo. Por primera vez coincido con Otegui: "Esperpéntica imagen". Le he estado dando vueltas todo el día. ¿Cuál es el delito por reunirse para lograr la paz? Cooperadores necesarios de un delito de desobediencia, dicen. NO entiendo nada de nuevo. Pienso si viajar al espacio para ver si allí logro entender a alguien, porque cada día mi cabeza asimila menos la realidad. Llama la atención que alguien sea capaz de sentar a alguien en el banquillo de los acusados por dialogar para que el nùmero de asesinatos de la banda terrorista ETA disminuyan. ¿Acaso los acusadores del foro de Ermua quieren seguir anotando en sus filas víctimas de la barbarie terrorista? No le veo otra explicación. Aún no he conocido persona capaz de arreglar un problema con otra sin hablar. Pero la confianza en la ciencia infusa en este país es muy grande. Si no se habla, no se sientan las bases para un alto el fuego real y no se trata de buscar una solución el problema no se acabará nunca. Anoche veía un reportaje sobre víctimas del terrorismo y todas conincidían en dos cosas: es necesario arreglar el problema y la venganza no sirve de nada. Por qué si ellas, que han vivido en primera persona los asesinatos, son capaces de buscar una solución y el resto, que viven del cuento, no quieren dialogar. ¿Será que alguien hace rentable esta sinrazón?
Asombrada miro con temor los teletipos del día. ¿Qué me esperará mañana? YO creo que dedicaré mi extra navideña a un viaje por el espacio, estoy convencida.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

El trío de las azores ha muerto


Ya están todos en sus casitas, señores. Ya nos hemos despojado del peso de aquel trío calavera formado por Bush, Blair, y Aznar. Si en España y en Inglaterra se cesó a los innombrables, ahora ha sido EEUU el que ha dado un escarmiento a tanta hipocresía, tanta altiveza y tanta superioridad. Si en España ya fue sonoro el despido de Aznar por el gran cambio sufrido, en Norteamérica el adiós ha sido histórico. No sólo Bush ha perdido el poder para los republicanos, sino que, además, ha conseguido que la Casa Blanca esté dirigida por un negro, algo que no se había logrado en la vida. Enhorabuena, señor W. Bush, ni los esfuerzos en campaña ni los asesores más expertos han logrado que su país castigue a su partido de una manera ejemplar. Hasta Virginia, uno de sus feudos más asentados durante 40 años ha girado para dar su apoyo a Barak Obama.
Estos días he oído comentar que es tan histórico el triunfo como si en España llegara a gobernar un gitano. Ay ja, si las intenciones son buenas y la preparación es inmejorable, por qué no? La repercusión de las ingeniosas ideas del mister ha sido tal que ha hundido al país en una situación bélica y de crisis que ha arrastrado a todo el mundo sin piedad.
Obama, con su carisma y su aspecto triunfador, ha llenado de esperanza los hogares del mundo entero. Menudo papelón se le presenta al afroamericano ahora. Todas las miradas están puestas en él y se le exigirá el triple de lo que se ha pedido a sus predecesores. No dudo que carezca de estrategia, como cualquiera, pero su mirada me susurra confianza, sus palabras me transmiten tranquilidad…
Zapatero ya se ha puesto a los pies de Obama, aunque señor presidente, no vaya usted a caer en los errores pasados. España no es un perrito faldero de nadie, aunque debe tener aliados y si son americanos mucho mejor, que el poder no es el mismo.
Change is coming….

lunes, 13 de octubre de 2008

Los micrófonos


Decía Tatagolosa en la canción del verano un, dos, los micrófonos, olé, los micrófonos, prova, prova, los micrófonos...Ya podía haber aprendido Rajoy lo de prova, prova...porque él no probó que los micrófonos estaban apagados e hizo un comentario más que desafortunado sobre el defile del Día de la Hispanidad en la Castellana madrileña. No le quito razón al líder de la oposición (por primera vez, creo), el desfile de las Fuerzas Armadas es algo rancio que recuerda a otros tiempos en los que todo era más gris.No lo podía haber dicho mejor: un coñazo! Lo que critico de este infortunio es que sea él el que se erige nacional y patriota y el tilda a los socialistas de antiespañoles. ¿Qué hubiera pasado si esa frase hubiera salido de la boca de Zapatero o alguno de los suyos? No me quiero imaginar la que se hubiera liado: España se rompe, los dirigentes del país no quieren la bandera, no respetan a las Fuerzas Armadas...en fin, un ir y venir de descaificaciones que hubieran eclipsado el Día de la Hispanidad.
El pobre no sábía ni dónde meterse al llegar a los asientos de Castellana. Su mujer no sabía si darle un pescozón o meterse bajo la silla porque sentía como los objetivos de las cámaras no les dejaban ni a sol ni a sombra, a pesar de lo que jarreaba en la capital, de que Letizia está recién operada, de que era el primer desfile de la Chacón....
Me alegro de que desde el PSOE no se haya hecho leña del árbol caído. Uno se califica a él mismo sin necesidad de que nadie diga nada. La ministra Carme Chacón le disculpó, incluso, diciendo que seguro que no siente eso (para ella debe ser también un coñazo). Menos mal, porque si ahora se enzarzan otra vez en discusiones sobre el sentimiento nacional y el respeto a la bandera me da algo, con la que está cayendo, con la crisis, con todo lo que hay que solventar no estamos para que encima se abra un cruce de declaraciones cansinas. Como dice mi madre, no se puede escupir haci a arriba porque la mierda siempre cae!
Los micrófonos siempre son indiscretos, es lo más divertido de esta profesión. Tanto lo de un lado como los de otro han caído en las perversas manos de los micros. Lo malo de todo esto es que esos comentarios fuera de cámara, esos que realmente dicen la verdad, quedan en el olvido como quedó en su día el mítico Movimiento de LIberación Vasco. "Manda huevos", como diría Trillo.
Si Rajoy sigue al pie de la letra a Tatagolosa...ahora Los Tambores...le falta la falda y la trompeta

miércoles, 8 de octubre de 2008

El efecto mariposa


Desde que tengo uso de razón he pensado que había nacido en un país libre, que se autorregulaba y autogobernaba, pero desde hace unos años mi pensamiento ha cambiado. En mi pasaporte consta que soy ciudadana española, pero cada vez me siento más norteamericana. Los estornudos de EEUU me afectan tanto que ya no sé si vivo en un país capaz o en un estado dependiente, una estrellita más de la bandera tan proclamada. Anoche veía la televisión a las 3 de la mañana, comentarios aparte, y TVE y A3 dedicaban un especial a las elecciones de EEUU. Obama y McCain se enfrentaban y los analistas estudiaban cada una de sus respuestas en relación a su efecto en España. Por un momento me sentí exclava. Ya no de Bush, sino de una cultura que no es la mía.
Está claro que el rumbo del mundo está en manos de EEUU, pero ¿no hay otros timones? Es curioso como la bolsa de Madrid da sus pasos por la mañana y a las 16.30 horas todo gira cuando Wall Street abre su puertas. No entiendo mucho de economía. Por suerte o por desgracia no tengo hipoteca, pero si la tuviera me fastidiaría bastante depender de un país para el que no tengo palabras.
No entiendo que la Unión Europea decida no intervenir en la economía y cuando EEUU lo hace todo cambie. Vamos a la zaga y a mí eso nunca me ha gustado. Cada país es un mundo y como tal debería funcionar. Sé que todos debemos estar interrelacionados y hacer movimientos conjuntos, aunque no entiendo un despliegue similar.
No sé si el próximo cuatro de noviembre tendré que ir a votar a New York...mi apoyo irá a Obama y me siento maniatada porque su decisión me va a afectar y yo no puedo hacer nada. Mientras seguiré viendo cómo las cadenas de televisión nacionales dedican espacios a las elecciones estadounidenses mientras ellos no saben ni dónde está España.
Creo que me estoy acatarrando por sus estornudos. Para colmo ya los tengo hasta en el cine!

miércoles, 1 de octubre de 2008

El límite del bien y del mal


Para un periodista los límites de la información son más que imprecisos, hecho que a mi juicio obliga a pensar más en ellos. Por supuesto que la libertad de expresión debe mantenerse por encima de todo, pero hay imágenes e informaciones que no son justificables ni por este derecho fundamental ni por cualquier otro.
A menudo me encuentro con disyuntivas de este tipo en mi sección: sucesos. La información que manejo es muy delicada y siempre afecta a la vida íntima de las personas. He ahí la cuestión. Mi libertad acaba donde empieza la suya.
No creo que sea necesario publicar una foto de un accidente o atropello en la que la cara del fallecido o herido se vea en primer término. Una imagen debe aportar datos y para mí es mucho más informativa una foto en la que se vea el conjunto del accidente, el lugar, el despliegue sanitario y policial, los coches implicados antes que la cara del herido en primer plano. Lo único que aporta esa fotografía es dolor para la familia y los implicados, que ven cómo el herido está demacrado, sangriento y a punto de morir, si no lo está ya. He tenido esta discusión con mis jefes y otros compañeros en numerosas ocasiones y sigo sin entender sus argumentos.
Creo que para entender los míos sólo hace falta un poquito de empatía. ¿Acaso nos gustaría ver a nuestro familiar moribundo en la portada de un periódico?
Por no hablar de determinadas expresiones que son muy poco delicadas y que dañan la sensibilidad de cualquier ser humano. No es lo mismo que alguien "vuele por los aires" en un atropello que sea "desplazado a unos metros". Aquí entra en juego el morbo, y de eso hay mucho en esta profesión. Hay que hacer las informaciones correctas, con todos los datos posibles y fidedignas, pero no pasarse al lado de lo morboso, lo sangriento y lo oscuro. Por supuesto que la realidad es la que es y no debe ocultarse, pero ¿es necesario?
Hay datos en los que uno no debería entrar porque no aportan nada y dañan la sensibilidad de cualquier implicado. NO me refiero a callar cosas, me refiero a contar las necesarias. Una cosa es que yo, como periodista, tenga acceso a informaciones propias del cotilleo, pero España ya es un país lo suficientemente cañí como para que alimentemos esos corrillos de mercado o de portal.
La rutina periodística, más en un medio local, dificulta en ocasiones el pararse a pensar sobre lo que estamos haciendo. NOs convertimos en autómatas de la información y eso es un crasso error que puede traernos muchos quebraderos de cabeza. Con dos minutos y un poco de empatía se arreglarías muchos fiascos que luego tienen difícil la vuelta atrás.